Tarik y la Fábrica de Colores: Sequentialee

Disco: Sequentialee
Autor: Tarik y la Fábrica de colores
Sello: Mushroom Pillow
Año: 2005

Una fábrica de colores, la paleta de un fabuloso pintor multicolorista, eso es el nuevo disco de mi paisano Álvaro Muñoz, artísticamente conocido como Tarik y La Fábrica de Colores.

Son once cortes, once colores. Un disco que parece un arco iris. Una autentica obra de arte en la que se arrima a todo el mejor pop de todos los tiempos, un poquito de lo mejor de los 60s, un poquito de lo mejor de los 70s, 80s 90s...

Y es que ya le tocaba, después de ocho años en silencio musical, ha vuelto, y de qué manera. Composiciones hechas con precisión milimétrica.

Podemos encontrarnos con una bofetada de aire sesentero en el primer tema “A balón parado” con magníficos coros, “Oyendo canciones” fue sin duda la canción que más me sorprendió al escuchar el disco, eso es pop por la cara, como diría Abitbol.

Los colores se van haciendo más calidos y llegamos hasta “Porque es Domingo”, donde Álvaro nos deja entrever que su voz es capaz de llegar a cotas insospechadas. Dicen que las canciones perfectas duran tres minutos, pues ahí tienen una muestra.
Eric de Los Planetas ha colaborado en el disco, y supongo que tendrá algo que ver con el sonido Planetas de “Algo que cae como la lluvia”.

Ya adentrados en la gama de colores oscuros y los temas en inglés, encontramos “Wasted Song” con un instrumental sobrecogedor al final de la canción. Y siguiendo con temas en inglés “I forgot the lyrics” una canción que la hubiera firmado el mismísimo Bowie, para pasar a una versión del “Cinnamon Girl” de Neil Young, perfectamente ejecutada, con guitarras muy poderosas.

Y tras la psicodelia de “Vengan los amantes”, con sonidos setenteros, nos sumergimos en “Velvet Suicide”, que a pesar del título anglosajón, nos encontramos con un precioso tema en castellano, que va de menos a más, un comienzo con guitarra y voz, a la que se suma la percusión poco después, para ir acelerando la canción, hasta terminar con una orquestación maravillosa.

Terminando el disco, nos topamos con un instrumental heroico, que te envuelve de tal forma, que durante tres minutos te hace olvidarte del mundo. Esta parte del disco va siendo de un color más gris, no por la calidad de los temas, que es indudable, sino por la tristeza que parece envolverlas, y porque los finales y las despedidas suelen ser tristes.

Y para terminar una bonita canción de amor “Sé que algún día”.

¡¡Álvaro, mucha suerte en la gira, y enhorabuena por esta nueva obra¡¡

Por Javi Bernal.

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