Avalanch: El ladrón de sueños

Disco: El ladrón de sueños
Autor: Avalanch
Año: 2010
Sello: Santo Grial

Octavo disco de estudio de los asturianos Avalanch, cuya suculenta portada y retorno al logo de “El hijo pródigo” anuncia nueva vuelta de tuerca en el devenir de la banda. De entrada “El ladrón de sueños” no suena a más de lo mismo, cosa que es de agradecer. Se han recuperado las olvidadas percusiones y se han incorporado arreglos más modernos y atmósferas electrónicas.

Los principales cambios respecto a “Muerte y vida”, se encuentran en el tratamiento de los teclados, ahora en manos de Chez García, y en las melosas melodías vocales que, acompañadas de la letra, pueden parecer demasiado ñoñas en ocasiones. Esto nos sucederá al escuchar trallazos de la talla de “El ladrón de sueños” o “El hombre solo”, canciones que pierden toda potencia al toparse con el registro vocal, excesivamente melancólico, de Ramón Lage. No por eso han de ser malas composiciones, más bien al contrario, cuentan con un nivel instrumental altísimo con cambios de estructura a raudales.

El segundo de los comentados, “El hombre solo”, es de lo más barroco del disco, a priori nos creemos encontrar ante un tema de Medina Azahara, por su majestuosidad, en el que se incorpora un solo de trompeta, sin duda es de los que más sorprende en una primera toma de contacto.

La cosa queda más compensada en ”¿Dónde estoy?”, composición innovadora que abre el redondo y nos muestra por donde van a ir los tiros de ”El ladrón de sueños”: canciones extensas y elaboradas, mezcla de dulzura y potencia, con algún single claro como “Mil motivos”. Un tema sin tantas florituras, en la línea ”Lucero” de ”Los poetas han muerto” pero más endurecida.

Si buscamos caña sin mesura, la encontraremos en ”Alejate de mí”, al más puro estilo Extreme, con reivindicativo estribillo y Hammond por doquier, y en ”Sin rumbo”, otra vez acompañada por el Hammond y donde Ramón vuelve a dejar huella de su gran evolución vocal. ”El ladrón de sueños”, también tiene sitio para el funky, eso se demuestra en la original ”Nunca es tarde”, con un pletórico Ramón a las voces. Por otro lado, el experimento viene de la mano de ”Where the river flows”, tierna balada en inglés, que queda un poco desubicada de entre el resto de canciones, pero que tiene su gracia.

A mi juicio, resulta el disco más intimista que ha hecho Rionda hasta la fecha a la par que el más complejo, producido de manera excelente, como de costumbre. Hay temas heredados de ”Muerte y vida” como ”Torres en el cielo”, pero también se ha perdido aquella frescura de temazos como ”Hoy te he vuelto a recordar” u “Otra vida”. Canciones que también tratan el desamor pero desde otra perspectiva más optimista, con estribillos pegadizos y desenfadados, totalmente opuestas a “Cuatro canciones”, por ejemplo, donde encontramos a unos Avalanch al más puro estilo empalagoso de U2.

Tracklist:

01. Dónde estoy
02. El ladrón de sueños
03. Mil mMotivos
04. El hombre solo
05. Aléjate de mí
06. Nunca es tarde
07. Cuatro canciones
08. Sin rumbo
09. Torres en el Cielo
10. Where the river flows
11. Melodía incompleta

[Fuente: Iván Allué para metalcry.com]

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