Autor: Burning
Sello: Music Bus
Año: 2005
Como se puede empezar a comentar una delicia auditiva, que te sublima al oído, te deja con esa mirada perdida y también con algo de pena cuando acaba el último corte (el 16) y te preguntas ¿ya ha acabado?, ¡no puede ser, quiero más!; miras el libreto y aunque eres consciente que son realmente dieciséis las elegidas vuelves a preguntarte: y “Eres especial” ¿dónde está?, “Y dieron las diez” ¿por qué no lo han incluido?, y alguna más.
Bueno aparte de gustos personales por algunas canciones no incluidas debo aclarar que empiezan teniendo el mayor acierto con el título elegido para el álbum porque, exactamente, son 16 preciosidades endulzadas, llevadas al acústico de una manera ejemplar como demuestra la experiencia de estos chicos de La Elipa, con exquisiteces marcadas por un contrabajo (en algunos temas) el sonido del órgano Hammond de Tito Dávila (especialmente en “Mientelas”) ó la armónica de Ñaco Goñi (sin sus "bluescavidas") en “Como un huracán”. También gran mención a la voz de Quique González en “Esto es un atraco”, devolviéndole el favor a la publicidad gratuita que siempre le ha hecho Quique en sus discos, conciertos, etc., reconociendo hasta la saciedad que es un gran seguidor de Los Burning. También una mención meritoria a los coros marcados magistralmente de Ricardo Marín (gran guitarra y especial colaborador en los coros en innumerables discos de Los Secretos).
El disco gira en torno a la voz del superviviente de la formación inicial de Burning, Johnny Cifuentes, y al estilo de las guitarras de Edu Pinilla, más desgarradas que las de Pepe Risi en el inicio, pero con la peculiaridad de que, al tratarse de un acústico, se ajustan hasta el fondo sin muchos riffs, pero eso sí complicadas de ejecutar.
Atraviesan desde el sonido country (“Como un huracán”, “Mientelas”) al R&R más puro del estilo “burningiano/stoniano” (“Nena”, “Mueve tus caderas”, “Jim dinamita”) pasando por la maravillosa balada (“una noche sin ti”), o canciones de medio tiempo (como “Ojos de ladrón”) todas ellas interpretadas magistralmente por Johnny (el superviviente y que, por casualidades de la vida, es el único de la formación inicial que no era del madrileño barrio de La Elipa, sino del barrio de El Batán), siempre con esa especial chulería castiza que le imprimía, primero Toño, para luego repartirse las voces entre Pepe y él, a esas letras impregnadas de rock urbano heredado de los antecesores en generación musical de los Burning en el mercado discográfico del momento (Asfalto, Topo, Leño = años 70-80).
En esas letras siempre están presentes las “NENAS” donde en un marco un poco machista crearon las típicas canciones que siempre gustaron más a los chicos, pero nunca a ellas. Para interpretas estos temas habría que simular la indumentaria de este genial grupo: chupa negra de cuero con cremalleras, gafas negras de sol 24 horas al día, botas camperas preferiblemente negras, alguna Hardley para rellenar y siempre, ¡siempre!, la Gibson Les Paul Negra del Pepe Risi.
En fin, un gran disco producido por Carlos Narea participando también en él con la pandereta, más la aportación en guitarras acústicas de Osvi Grecco , y como ingeniero de sonido Ventura Rico.
Están realizando actualmente una gira en acústico, donde ya han pasado por ciudades como Barcelona, Valencia y seguirán con su gira hasta el 8 de Junio en las siguientes localidades: Palma Mallorca (24-2), Palencia (25-2), Villaba-Navarra (10-3), Gijón (17-3), Viveiro-Lugo (18-3), Las Palmas G.C. (31-3), Villarobledo- Albacete (Viñarock 30-4), Segovia (5-5), Cinco Casas-Ciudad Real (13-5) y Santander (8-6), fechas para los que quieran verles en directo, algo que realmente podemos asegurar que seguro que merece la pena ver a estos profesionales con más de treinta años de experiencia en los escenarios, en los estudios y hasta “Donde hay algún follón” como dice la letra en "Jim Dinamita".
Por Juan Ramos.
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